En la historia de la humanidad,
ha habido miles de personas que han sido diferentes; tanto así que son
recordados en sus países, continentes, en la humanidad entera.
Hay personas que marcan la
historia, de eso no hay duda. Por sus particularidades se hacen de seguidores
que los admiran y quieren ser como ellos.
Y es a través de sus épocas que
los demás pudieron ser testigos del ejemplo de vida que estos grandes
personajes vivieron.
De hecho muchas personas como yo,
escriben y seguiremos escribiendo de ellos para propagar su mensaje; personajes
desde el inicio de la historia de la humanidad hasta hoy en día, seguirán
marcando vidas. No dudo que las personas que vieron con sus ojos fueron quizá
más impactados por lo que estaban viendo, Jesús en cierta ocasión les dijo a
sus discípulos: Pero bienaventurados
vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen. Porque de cierto os
digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y
oír lo que oís, y no lo oyeron. MT.
13.16-17. Porque estaban siendo testigos del cumplimiento de la Palabra
al ver la vida de Jesús.
Creo que no soy el único, pero
cómo quisiera retroceder el tiempo para vivir en la época de Jesús aunque sea
un momento para verlo y ser testigo de todo lo que Él vivió. Espera –Si tengo
su Palabra- ¡lo puedo ver!... Y es ese deseo que se generó en mí, el que
personas como Jesús ha hecho trascender el tiempo, las épocas, las generaciones
y sus enseñanzas se mantienen vigentes en la actualidad.
Hoy hago un llamado a vivir
rectamente, a ser justos, a ser santos, ser íntegros; hago un llamado a ser
ejemplo para nuestro prójimo y ser influencia en cualquier lugar, a ser ejemplo
para los demás, que nos llamen cristianos porque somos como Cristo.
Así como Pablo le dijo a Timoteo:
sé ejemplo de los creyentes en palabra,
conducta, amor, espíritu, fe y pureza. 1
TI. 4.12.
En la actualidad la sociedad se
ha vuelto muy superficial y necesita personas que quieran discipular a los
demás; ya no Moisés ni Daniel, o Elías (aunque podemos aprender mucho de ellos)
necesitamos a ((Aquí está tu nombre)) que tomemos nuestro lugar y marquemos la
diferencia entre los demás, esto debería ser un concepto básico en todo
cristiano, ser parte de la transformación de las demás personas.
Unas palabras de Jesús que
deberíamos tener grabadas en nuestro corazón: Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos
en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que
guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros
todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. MT. 28.19-20.
Dios te siga bendiciendo.