A través del devenir histórico ha habido mujeres que han marcado la su cultura de manera sorprendente, se dice que en la Antigua Grecia tanto los Minoicos como los Espartanos, daban un lugar privilegiado a la mujer en la vida pública, siendo estas la cabeza de la familia, incluso hoy en día en nuestra sociedad actual (por una serie de factores como la mayor responsabilidad de estas ante los compromisos del hogar) la figura más representativa del grupo familiar es siempre la madre, mujeres como Marie Curie han roto paradigmas en cuanto a lo que una mujer es capaz de hacer, pero esto no quiere decir que todas las mujeres en el mundo (así como no todos los hombres) son dignas de tener en alta estima.
Existen muchas mujeres en el mundo que no son lo que llamaríamos “buenas personas” y es que el simple hecho de ser mujer no las vuelve un ser perfecto, sino simplemente un ser humano en su plenitud, con todos los defectos y virtudes inherentes a esa calidad, la palabra de Dios dice: "Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas." si reflexionamos un poco sobre esto, una piedra preciosa obtiene su valor por diversos factores, bien puede ser por su singularidad (por no existir muchas de su clase) o bien por el largo o dificil proceso que debió seguir para su formación (como en el caso de los diamantes) o bien por las particulares cualidades que posee, por ello es necesario que la mujer que desee estar en tan alto lugar para los demás como una de dichas gemas debe preocuparse por poseer las cualidades que la lleven a ese lugar.
La palabra de Dios en Rut 3:11 nos dice: "Ahora pues, no temas, hija mía; yo haré contigo lo que tú digas, pues toda la gente de mi pueblo sabe que eres mujer virtuosa." bien dicen que la fama nos antecede y es seguramente nuestra tarjeta de presentación improvisada (y muchas veces no deseada), aquella mujer que es tan valiosa como una joya será sin duda conocida y también reconocida, pero debemos recordar que así como hay algunas mujeres que son cual piedras preciosas, existen algunas otras que son como cualquier piedra del camino, simples y comunes y será siempre decisión y tarea de cada mujer escoger y forjar el nombre con el cual desea ser conocida.
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