Hace un par de días atrás fui a uno
de esos lugares de comida rápida, específicamente a comer hamburguesas, sin
embargo al realizar mi pedido de repente me encontré ante un dilema: ¿Qué tamaño
de combo debo pedir? Al estar parado ahí ante un menú tan amplio con tantas
variantes posibles, al fin logras escoger la hamburguesa exacta que deseas
comer, cuando de pronto la amable y servicial joven de la caja te pregunta, “¿Desea
agrandar su combo por $0.59 centavos mas?” para aquellos que como yo disfrutan
mucho esto de ingerir alimentos, la respuesta es obvia, al final termine
pidiendo el combo “A lo Rey” o King en inglés, básicamente es la misma
hamburguesa que en el combo normal pero como unas papas fritas y una soda mucho
mas grandes, lo cual en ese momento agradecí pues fue justo el tamaño de mi
apetito.
En esta vida al igual que yo en ese
momento nos encontramos ante ese momento en el que debemos decidir cuan grande
deseamos que sea nuestro futuro, muchos (la gran mayoría) se deciden siempre
por lo mas común, lo mas normal, es decir por el combito económico de la vida,
algunos otros mas osados y muchas veces mas llenos de orgullo también, deciden
ir un poco mas allá (pero no lo suficiente) y se conforman con un combo mediano
y bastante mediocre, esos combos que no son ni grandes ni pequeños, que se han
quedado varados a la mitad del camino entre la grandeza y la nimiedad, como
diría nuestro Señor “Ni fríos ni calientes” sino mas bien tibios, peor hay un
pequeño grupo que desean mas de esta vida, desean no algo pequeño, mucho menos
algo mediano, son esas personas que se quieren, por decirlo de algún modo,
devorar esta vida al máximo, esos son los que buscan el combo mas grande, el
combo que yo llamo “a lo Rey… de reyes”.
Ciertamente Dios tiene preparado ese “súper
combo” de bendiciones para nuestras vidas; Él, de la misma manera que las
personas del establecimiento de comida rápida, siempre nos insta a pedir el
combo mas grande, Él quiere darnos sus bendiciones en combo, es decir, no
solamente una de forma aislada de vez en cuando, sino todas juntas, una tras
otra y tras otra, pero no se queda aquí, también desea que este “combo de
bendiciones” sea lo mas grande posible, su deseo es que bendiciones nos
satisfagan de manera tal que no deseemos (ni necesitemos) nada mas que lo que
Él nos da.
Puede que suene ilógico pero la única
manera de adquirir esto de lo que he venido hablando es precisamente no
desearlo, yo no puedo explicarlo de forma perfecta, pero la Palabra de Dios si
lo ha hecho ya desde hace mucho tiempo, la Biblia nos dice que al morir el rey
David, el reino de Israel quedó en manos de su hijo Salomón, un día Dios le dijo
a aquel joven rey que pidiese lo que quisiera pues le había agradado su forma
de comportarse, Salomón no pidió otra cosa mas que sabiduría y Dios le contestó:
“Porque has demandado esto, y no pediste
para ti muchos días, ni pediste para ti riquezas, ni pediste la vida de tus
enemigos, sino que demandaste para ti inteligencia para oír juicio, he aquí lo
he hecho conforme a tus palabras; he aquí que te he dado corazón sabio y
entendido, tanto que no ha habido antes de ti otro como tú, ni después de ti se
levantará otro como tú. Y aun también te he dado las cosas que no pediste,
riquezas y gloria, de tal manera que entre los reyes ninguno haya como tú en
todos tus días.” (1ª Reyes 3: 11-13).
Cuando nos preocupamos por tener mas
en esta vida es cuando en realidad menos alcanzamos, los discípulos alguna vez
preguntaron al Señor “¿Qué recibirá el que
dejaré todo por tu causa?” al oír esto Cristo les respondió diciéndoles que
el premio, el regalo de Dios para todo aquel que aparta su mirada de las cosas
de este mundo y la pone en lo que está en los Cielos va a recibir una doble
recompensa, un combo extra grande, en esta vida cien veces mas que todo aquello
que despreciare por seguirle y luego la vida eterna, que podeosa promesa nos ha
hecho el Señor, Él nos esta llamado a buscarle solo a Él, a buscar como dice su
Palabra “Primeramente el Reino y su justicia” y entonces, cuando hagamos esto
recibiremos con Él todas las demás cosas.
Dios tiene preparadas muchas bendiciones
para nuestras vidas, Él quiere bendecirnos “a lo rey” y aún mas “a lo Rey de
reyes”, nuestro Señor quiere darnos muchísimas bendiciones todas ellas
deliciosas a nuestra alma, quiere satisfacer nuestro corazón para que ya no
busquemos en otro lugar alimento para nuestro espíritu, su deseo es que nos
saciemos de Él y de su esencia que es amor, cuando hagamos esto todo lo demás será
añadido y solo entonces tendremos un verdadero “combo de bendiciones” en
nuestras manos.
1 comentarios:
''Deléitate asimismo en el Señor, y Él te concederá las peticiones de tu corazón'' Salmos 37:4
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