viernes, 10 de febrero de 2012

Cero Reconocimieto


En la cultura latina es común ver personas muy esforzadas por sacar adelante a su familia, por estudiar, por servir a los demás. Mujeres que solas sacan adelante su hogar, jóvenes que por necesidad trabajan y estudian al mismo tiempo. Cristianos que tratan de estirar su tiempo para poder servir, trabajar, estudiar, etc.

Y algo que todos ellos tienen en común es que tienen: cero reconocimientos, extrañanamente las personas más útiles son las personas menos reconocidas generalmente, no estoy diciendo que nosotros debemos buscar la aprobación y reconocimiento de las demás personas, pero si estoy diciendo que dar reconocimiento y aprobación es un gran incentivo a seguir esforzándose por cada día dar lo mejor.

La desmotivación ha invadido las iglesias, a pesar de que muchos siempre mantienen la mirada en El Señor, no por eso dejan de sentir la tremenda carga de la desmotivación, desánimo y decaimiento.

No sugiriendo que hay que remunerar a los líderes o cosas por el estilo, pero si lo quieres hacer, hazlo, porque agradecer el trabajo esforzado que hacen no cuesta nada, orar por ellos o darles Palabras de aliento a que sigan no estaría nada mal. Y si en tus capacidades esta y quieres bendecirlos económicamente, ¡hazlo!
Es una gran alegría ganarse el primer lugar, recibir un reconocimiento público, recibir las gracias de corazón por nuestra labor, ¿quién no se sentiría feliz? Evitemos a toda costa ser personas simples que piensan que las personas son de hierro y no necesitan apoyo ni recibir agradecimiento.

A Dios mismo debemos darle todo el reconocimiento y agradecimiento por todo lo que ha hecho por nosotros, quién ha sido el que más ha trabajado y ha dado.

Más si todos se olvidasen que lo que hacemos nos cuesta esfuerzo, dedicación, trabajo, energía Dios nunca se olvidará de que tu sacas a tu familia adelante, que te desvelas estudiando, que procuras servirle a Él con los talento que te ha dado, pero porque otras personas se hayan olvidado de nosotros y nuestro esfuerzo nosotros seamos abiertos y agradecidos con los que Dios nos permite trabajar y salir adelante.

Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún. HEB. 6.10

Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio, 1 TI. 1.12

Dios te siga bendiciendo.

0 comentarios:

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More