miércoles, 15 de febrero de 2012

Producto defectuoso: de regreso al fabricante.

Todos en más de una ocasión compramos algún producto que nos dio problemas en su funcionamiento y tratamos de hacer efectiva la garantía del mismo; y obviamente a quién debemos referirnos para hacer posible la garantía es al fabricante.
Y nosotros los humanos somos similares, definitivamente ninguno de nosotros somos perfectos y por nuestra fuerza estamos muy lejos de ser un “producto funcional”, necesitamos ser enviados a nuestro fabricante pues Él tiene todos los planos de fabricación, manual de uso, reportes e historial de nuestro funcionamiento, ese fabricante es nada más ni nada menos que Dios.
RO.3.12 Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.
Es urgente que como personas reconozcamos que estamos lejos de ser “buenos” y que tenemos partes de nuestro ser que solos no podremos reparar, eso le concierne al fabricante, podemos ver las indicaciones de nuestro uso en su manual –La Biblia–.
Hoy día tenemos a nuestro acceso a toda la información que deseemos y es nuestra responsabilidad confrontar nuestras creencias, nuestro carácter, nuestras actitudes para confirmar si son o no son funcionales. –Te aseguro que en más de algún punto darás un error de funcionamiento–.
Yo ya visité a mi fabricante y aunque aún no ha terminado, sé que estoy en el lugar correcto donde podré ser reparado y preparado para hacer cumplir por lo que mi fabricante me creó.
FIL.1.6 estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;
Dios te siga bendiciendo.
P.D.: Si te gusta el contenido de este  blog, compártelo con tus contactos.

0 comentarios:

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More