jueves, 19 de abril de 2012

Esclavos de la Libertad

http://www.planetasapiens.com/wp-content/uploads/2010/01/Esclavos.jpg“¡Oh libertad cuantos crímenes se han cometido en tu nombre!”.

Con esta frase, según la historia, fue que Madame de Rolland, heroína de la revolución francesa, se despidió de este mundo al ser decapitada, “Libertad”  es uno de esos términos difíciles de definir, muchos grandes filósofos y pensadores han discurrido tratando de  delimitar dicho concepto, barriles de tinta y fardos de papel se han utilizado para hablar del tema y aun así, a pesar de haber cierto conceso al respecto, no se ha logrado una definición “perfecta”, para muchos la libertad consiste en no tener ningún tipo de ataduras físicas, en tener la facultad de ir a donde se quiera, para otros esto va aun mas allá añadiendo que no solo basta libertad física, sino también es necesaria la posibilidad de pensar, sentir, querer, o decidir lo que uno desee sin que otras personas intervengan para la toma de tal decisión, algunos mas aventurados pueden decir que libertad es “conciencia y responsabilidad”, con todo esto podríamos afirmar que en esencia Libertad es no tener ataduras contrarias a la propia voluntad de la persona, sean estas del tipo que sean.

Sin embargo la libertad entraña no solo un problema en cuanto a su delimitación, sino también en cuanto a su diferenciación, es decir, no basta con definir que es libertad, sino también es necesario decir que no lo es, o en otras palabras donde es que la libertad como tal termina o se extingue, pues existen otros conceptos que lindan con la libertad y de los cuales es difícil diferenciarla, así tenemos por ejemplo el libertinaje, la anarquía y muchos otros más.

No pretendo con lo siguiente haber superado a los grandes pensadores del ayer, pero creo haber llegado a una conclusión más o menos “feliz” de definir la libertad, en mi humilde concepción libertad no es más que “conocimiento e ignorancia”, muchos podrán decir que eso no es correcto, no obstante si me permiten unas cuantas líneas más, puedo explicar cómo en mi conciencia la libertad se equipara sustancialmente con el conocimiento.

Puede parecer contradictorio, lo sé, sin embargo la libertad a mi forma de ver es a la vez conocimiento e ignorancia, conocimiento en el sentido más común y usual que se le ha dado, tal como lo manifestó nuestro Señor Jesucristo “La verdad os hará libres”, y es que el conocimiento de la verdad es un agente de libertad de tal forma que, aquel que llega a conocer la verdad se vuelve libre, el conocimiento de la verdad libera la mente, pues aquel que ha conocido lo verdadero jamás podrá ser engañado, por más sutil o engañosa que se vuelva la mentira, aquel que ya se ha encontrado no verdad no caerá en ella, como lo expresó el Apóstol Pedro debemos desechar todo engaño si es que hemos probado la benignidad del Señor, en este punto ya deben haber descubierto que la Única verdad que puede hacernos libres es Cristo mismo, Él es La Verdad, no una verdad o parte de ella sino la fundamental y única verdad, la cual, como dijimos antes es en si misma libertad, por lo que en síntesis decimos que Cristo es Libertad.
En cuanto a la libertad como ignorancia, es fácil comprender que todo conocimiento humano o material trae consigo grandes cargas, el conocimiento es en cierto sentido un peso que los seres humanos llevamos con nosotros, en el principio, cuando el mundo era perfecto y Dios bajaba por las tardes al Edén para conversar con Adán, no había conocimiento humano, solo existía un hijo y su padre, el hombre y su creador, fue hasta el instante en que Adán pecó que vino consigo la carga del conocimiento de lo perecedero, de lo material, de lo imperfecto, por ello cuando Dios pregunto “¿Donde estas?”, el hombre contestó “Tuve miedo y me escondí porque estaba desnudo”, sus ojos fueron abiertos al conocimiento terrenal y con ello se le esclavizo, la ignorancia de lo mundanal nos vuelve libres, pues nos despojamos de toda atadura que nos liga a este plano material tan simplista y vacio; la ignorancia, o en otras palabras el desconocimiento de lo mundano, nos vuelve libres, en el sentido bíblico, “conocer” tiene diferentes acepciones, pero siempre significa entrar en contacto directo y profundo de algo, por lo que si “desconocemos” al pecado, si nos volvemos un tanto más ignorantes, nos desligaremos de él y por ende seremos libres.

Sin embargo, muchos hoy en día son “esclavos de la libertad”, pero no de la libertad verdadera sino de aquello que ellos consideran libertad, en primer lugar son esclavos de la ignorancia, de aquella que se entiende como desconocimiento de la verdad, es decir, que al no estar en Cristo y alejarse de Él se vuelven esclavos de sus propias mentes indoctas, en segundo lugar son esclavos del conocimiento, pero del conocimiento de este mundo, son esclavos de su cercanía con el mismo, se encuentran atados a “mucho que saben”, el peso de este mundo y lo que en él hay no les permite ser libres; cierro citando el mejor libro que existe, La Biblia, en ella se encuentra la única fórmula que puede conducirnos a la libertad, en Juan capitulo 8 versículo 36, la palabra de Dios nos dice “Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.”, esto es así y no hay otra forma de verlo, solo Cristo mismo puede darnos libertad, ya que Él es el único que la posee de manera absoluta.

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