lunes, 16 de abril de 2012

Más podremos nosotros que ellos


Al afrontar una situación complicada en nuestras vidas, muchas veces lo que marca la diferencia es nuestra actitud, no es que nos sintamos víctimas de algo que sucedió, o la falta de recursos y la indiferencia de las personas, simplemente son las convicciones que tenemos.

Déjame abrirte mi corazón: pues parece ser que entre más me esfuerzo en ser un Cristiano que aplique toda la Biblia a su vida es cuando hay más dificultades, porque cuando yo decía que era “cristiano” no había ningún problema –cosa rara verdad– el enemigo es astuto, a un tibio como lo era yo en ese tiempo no le atacaba porque para qué si no estaba haciendo nada para el Reino de Dios y ahora que más trato de hacer para agradar a Dios, más problemas hay.

Una vez alguien me dijo: “la gente tiene una idea equivocada, piensan que al acercarse a Dios todos sus problemas van a resolverse”. Y pues la verdad muchos piensan así y cuando Dios no les resuelve la vida se enojan con Él. Claro que Él va ayudarnos, muchas veces Dios se glorificará en nuestros problemas pero tampoco va a resolvernos cada cosa sin que hagamos nada. Jesús dijo: En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. JN.16.33.

Hay una fantástica historia en la Biblia, que nos deja mucho que aprender. Dios le prometió al pueblo de Israel una tierra donde fluía leche y miel. Llega el momento de conquistar pero antes mandan unos exploradores para ver como es y quiénes habitan ahí. Traen una pequeña gran muestra de la calidad de esa tierra: … cortaron un sarmiento con un racimo de uvas, el cual trajeron dos en un palo, y de las granadas y de los higos. Y les contaron, diciendo: Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel; y este es el fruto de ella NM. 13.23-27. Caleb contó al pueblo lo que habían visto, todas las bondades de esa tierra, pero también les contó como eran los que habitaban esa tierra: el pueblo que habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy grandes y fortificadas. También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos. NM. 13.28 Y 33.

Definitivamente con los que se iban a enfrentar el pueblo de Israel eran Grandes, ahí les entró el pánico y la depresión, me imagino a las personas murmurando –tanto esfuerzo para nada, vamos a morir aquí, este si es un gran problema, no vamos a salir de esta– y otras cosas como las que tu y yo hemos dicho muchas veces al enfrentar los problemas. Aquí es donde tienen que estar al frente nuestras convicciones. Habrá una lucha interna y quizá también con los tuyos argumentando, cuestionando pero al final como Cristianos tenemos que seguir confiando en Dios.

Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos. NM. 13.30.

Mas los varones que subieron con él, dijeron: No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros. Y hablaron mal entre los hijos de Israel, de la tierra que habían reconocido, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra que traga a sus moradores; y todo el pueblo que vimos en medio de ella son hombres de grande estatura. NM. 13.31-32.

¿Has visto a una persona deprimida? Seguramente si, pero ¿has visto toda una nación deprimida? Yo nunca, pero el pueblo de Israel entro en profunda depresión: Entonces toda la congregación gritó, y dio voces; y el pueblo lloró aquella noche. Y se quejaron contra Moisés y contra Aarón todos los hijos de Israel; y les dijo toda la multitud: ¡Ojalá muriéramos en la tierra de Egipto; o en este desierto ojalá muriéramos! ¿Y por qué nos trae Jehová a esta tierra para caer a espada, y que nuestras mujeres y nuestros niños sean por presa? ¿No nos sería mejor volvernos a Egipto? Y decían el uno al otro: Designemos un capitán, y volvámonos a Egipto. NM. 14.1-4. Hasta hablando locuras estaba el pueblo de Israel, que deseaba volver a la esclavitud que vivieron en Egipto –como si ahí vivieron cosas buenas –
Aquí es donde entra nuestro Dios: y Jehová dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo me ha de irritar este pueblo? ¿Hasta cuándo no me creerán, con todas las señales que he hecho en medio de ellos? Yo los heriré de mortandad y los destruiré, y a ti te pondré sobre gente más grande y más fuerte que ellos. NM 14.12-13.

No te voy a mentir, problemas siempre pero siempre habrán, incluso problemas que por más convicciones que tengas llegues a creer que no tiene solución, pero Dios tiene el control. Aunque se te acaben las fuerzas, Dios sigue teniendo el control. ¿Cuál es tu tierra prometida? Lucha, Dios esta contigo, pelea la batalla, el enemigo esta vencido.

¡Gritemos la Victoria en el Nombre de Jesús!

Dios te siga bendiciendo.

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