viernes, 20 de enero de 2012

Eres Fototrofista?

Es un hecho bien conocido que el Girasol, como todo buen botánico bien sabrá, posee una habilidad que resulta muy curiosa, y es que estas flores que a muchos les parecen hermosas pueden girar completamente su tallo de acuerdo a la posición del sol  durante el transcurso del día, es decir que a medida que el sol asciende sobre el horizonte, los girasoles se mueven para poder captar de la mejor forma posible esos rayos luminosos que les resultan tan necesarios para producir su propio alimento, de ahí es que proviene justamente el nombre de esta flor “Girasol”, porque gira con la posición del sol.

Esta condición se denomina fototropismo, palabra derivada de “fotos” que significa luz y “Tropos” que es como se definen los movimientos permanentes de las plantas, durante la noche cuando el sol no aparece en el cielo, esta planta se “contonea” por decirlo de alguna manera, hasta llegar nuevamente a su posición inicial en la que recibirá los rayos del sol por la mañana, la verdad yo no entiendo muy bien como es esto pero asumo que para una planta ha de resultar un tanto difícil todo este movimiento, sin embargo entiendo que lo hacen porque les es vital percibir la luz del sol en toda su plenitud para poder desarrollarse completamente y a la larga para poder subsistir.

Así como los girasoles necesitan de la luz del sol para poder vivir, nosotros los seres humanos necesitamos de la luz de Dios para nuestro alimento espiritual, necesitamos eso que proviene del “Sol radiante de justicia” que es Cristo, por lo tanto, debemos como los girasoles utilizar todos los medios y mecanismos a nuestro alcance para captar esos rayos llenos de bendición para nuestras vidas de la mejor forma, Sin embargo, pareciera que las plantas son un tanto más inteligentes en este sentido, pues los girasoles debido a este movimiento se nutren de una manera extraordinaria y desarrollan tallos bastante altos, llegando a medir incluso más de 3 metros, no obstante, muchos de nosotros no avanzamos como deberíamos o como pudiéramos en esta vida por no seguir a Dios durante toda ella, muchos comenzamos a seguirle pero a mitad del camino nos apartamos de Él, muchos nos alejamos de Dios cuando parece que no está cerca nuestro, cuando todo está oscuro y frio afuera, cuando no podemos percibir plenamente su presencia, te imaginas que ocurriría si un girasol de pronto un día como a eso de la media noche cuando el sol no está a la vista decidiera (suponiendo que tuviera esa posibilidad de decisión), no moverse para recibir al sol por la mañana? Los girasoles a su alrededor al moverse en la dirección correcta crecerían mas grandes, mas fuertes y más bellos, mientras él dejaría de nutrirse y de deleitarse con ese “Banquete Luminoso” y por lo tanto no crecería lo suficiente como para brindar a nuestra vista su mayor esplendor.

Esto mismo pasa con quienes por cualquier circunstancia dejamos de seguir a Dios y de percibir ese alimento espiritual necesario para nuestro provecho personal, El Señor nos conceda la gracia necesaria para ser (y permítanme nombrarle de este modo) “Teotrofístas” y nunca alejarnos de su luz, y crezcamos sanos, fuertes y radiantes para gloria de su nombre, movámonos con Dios, sigámosle durante el día cuando podemos ver sus maravillosas bendiciones, y durante la noche cuando no son perceptibles a nuestros sentidos utilicemos todo nuestro esfuerzo para llegar a la posición donde nuestro bendito Sol regresara por la mañana, que nos encuentre esperándole cuando aparezca y así podremos saciar nuestra alma con su dulce bendición.

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