Estoy muy emocionado por este viaje que me permite Dios emprender, un viaje extraordinario y una gran aventura que será la mejor experiencia que pueda tener en mi vida: viajaré A-marte.
Desde que conocí al Señor, he visto como ha obrado en mi vida, honestamente muchas cosas no me han gustado que obre en ellas pues me ha dolido; pero sé que Él lo hace por mi bienestar y cumplir sus propósitos.
Cada detalle, cada acción, cada respuesta, cada bendición hacen crecer cada vez más mi Amor por Dios; y es un viaje increíble poder Amar a Dios, cada vez que abro mis ojos y me doy cuenta que me corona de favores y misericordias (SAL. 103.4). Que cuida de mi cuando hay peligro alrededor mío o enemigos se levanten contra mí, que cuando me enfermo el me puede sanar, o cuando necesito dinero o provisiones el me las da… es Increíble y como no voy a amar a un ser tan sorprendente que como nadie en esta vida me ha cuidado… a tal grado que decidió dar su vida por Amor a mí.
Es por eso que espero ese viaje para estar con Él, y la razón principal Dios mío por la que viajare A-marte, es para eso: ¡para Amarte!... Yo sé muy bien que una eternidad no me va a alcanzar ni voy a poder igualar tu amor eterno, pero lo haré con toda la intensidad que pueda hacerlo.
Te espero cada día Señor Jesús para seguirnos amando, nada ni nadie podrá compararse a tu amor… solo puedo decir gracias por haber elegido amarme.
Dios te siga bendiciendo.
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