En Jeremías 52 encontramos acerca de un rey que hizo lo malo delante de Dios, esto trajo graves consecuencias no solo a el
como rey, sino al pueblo que el dirigía. El templo de Dios fue dañado, los
utensilios fueron llevados a Babilonia y la Biblia describe que el peso del
bronce de todo eso era INCALCULABLE!
Y
después que leía pensaba, que muchas veces por actos calculables, perdemos
cosas incalculables… ¿cómo así? Cuántas cosas de gran valor perdemos por
acciones que no valen nada, pero cuando nos pasan la factura cuestan tanto.
Hacer
las cosas mal delante de Dios, actos que a veces pensamos que no nos van a dañar
tanto, o actos que nos acostumbramos a hacer y como vemos que no pasa nada tan
grave seguimos cometiendo lo mismo, grave error pensar que siempre será así… NO.
Llega un tiempo en el cual sino existe un genuino arrepentimiento viene la
factura y esas “tonteras” nos hacen perder cosas que son realmente importantes.
El llamado de Dios para tu vida ¿qué peso tiene? Es INCALCULABLE! ¿Por qué apagar esa llama de ese gran llamado? No digo que el llamado va a desaparecer pues la Biblia habla que los dones son irrevocables, pero a veces pienso en el llamado como una gran luz que sino lo cuidamos no es que deje de brillar, pero si se va volviendo mas opaco, aun hay luz pero no con la intensidad que Dios quiere… me pregunto: ¿está brillando mi llamado como debería? Con esa luz que solo proviene del Espíritu Santo… debo cuidar las cosas que Dios me entregan pues estas siempre tendrán un valor incalculable!
El llamado de Dios para tu vida ¿qué peso tiene? Es INCALCULABLE! ¿Por qué apagar esa llama de ese gran llamado? No digo que el llamado va a desaparecer pues la Biblia habla que los dones son irrevocables, pero a veces pienso en el llamado como una gran luz que sino lo cuidamos no es que deje de brillar, pero si se va volviendo mas opaco, aun hay luz pero no con la intensidad que Dios quiere… me pregunto: ¿está brillando mi llamado como debería? Con esa luz que solo proviene del Espíritu Santo… debo cuidar las cosas que Dios me entregan pues estas siempre tendrán un valor incalculable!
Las cosas que no tienen valor, nos hacen perder muchas veces las cosas
que realmente valen.
Pero
al final de este mismo capítulo hay una palabra de consuelo y veo estas
promesas (vrs. 31-34): Alzó la cabeza de Joaquín, le habló amigablemente, le hizo mudar sus vestiduras de prisionero, comía pan en la mesa del rey TODOS los días de
su vida y continuamente se le daba una porción de parte
del rey.
Y en
esos 5 aspectos veo reflejada la restauración de Dios. Hoy el Señor alza tu
cabeza quizá has estado atravesando muchas circunstancias que han hecho que tengas agachada
tu cabeza, tener agachada la cabeza implica ver hacia abajo, implica no tener
visión acerca de lo que esta frente a nosotros. Cuantos cristianos habremos con
la cabeza hacia abajo pensando que no merecemos una oportunidad mas, no
queriendo ver hacia el frente pero hoy Dios viene y te dice yo alzo tu cabeza,
no quiero que veas mas hacia abajo, quiero levantar tu rostro y que tu extiendas
tu visión, eres mi hijo mira lo que yo he preparado para ti es agradable y
perfecto, yo te formé, te conozco demasiado y se que lo que he preparado te va a
encantar, fue lo que nunca soñaste pero si lo que yo soñé desde un principio
hacer contigo.
Lo
segundo que dice es que le habló amigablemente, que lindo es tener alguien con
quien hablar, alguien que te escuche, que te comprenda; hoy el Espíritu Santo
habla amablemente contigo, no tengas miedo decirle lo que quieras, los amigos se
dicen las cosas tal y como son.
Lo
tercero le hizo mudar las vestiduras de prisionero, quizá por mucho tiempo las
personas te han señalado con cierto nombre,
las circunstancias te han vestido con sus ropas de tristeza, de escasez,
de inestabilidad pero hoy el Señor después de levantar tu rostro y pedirte que
lo mires a los ojos no para juzgarte sino para que reconozcas esos ojos de amor,
esos ojos que quizá habías dejado de ver, pero hoy con su ternura el toma tu
quijada levanta tu rostro y con una simple mirada te inunda de su amor, te
habla amigablemente y cambia tus ropas de prisionero, y aparte de eso dice que
le daba de comer todos los días… que privilegio no comer solamente de lo que Dios da, sino
comer con quien te da las cosas, una cosa es que alguien te envíe algo rico
para que lo disfrutes y lo comas y otra muy distinta es que quien te preparó esa espectacular comida se tome el tiempo de sentarte contigo y comer a tu
lado, no te conformes con recibir solamente sus bendiciones, sino trata de
disfrutarlas a su lado y no de vez en cuando sino como la biblia lo declara
TODOS los días…
El Espíritu
Santo tiene suficientes platos preparados para ti y para compartirlos contigo
todos los días, no te pierdas de las delicias que el prepara y sobretodo no te
pierdas de disfrutarlas junto a El.
2 comentarios:
hola me gusta y ase pensar mucho y pensar en esa luz que no se opaque lo malo de hoy en dia es de acoplarse al contor no de uno para sobrevivir y eso me ase sentirme mal porque, porque uno siempre ase cosas malas por muy sensillas que sean y no se pueden evitar pero primero Dios nos ayude y se un Dios de amor y un dios tolerante y conprensivo
donde estaba el FBI que no lo vi! yo necesito lo de este mensaje.
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