Salmos 92

Bueno es alabarte, oh Jehová, Y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo; Anunciar por la mañana tu misericordia, Y tu fidelidad cada noche.

Proverbios 4:18

Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto.

Salmos 138

Te alabaré con todo mi corazón... a tí cantaré salmos...

Isaías 26:3-4

Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos

Isaías 40:31

pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán

sábado, 30 de marzo de 2013

Vacaciones de por vida...

Verano vacaciones en la playa de coco Fondos de pantalla - 1024x768Para muchos la Semana Santa además de ser una celebración de carácter espiritual es también un tiempo propicio para apartarse de los quehaceres cotidianos y tomarse unas merecidas vacaciones, en mi país es común que las personas vayan a las playas y demás lugares turísticos en familia o con su grupo de amigos.

La palabra vacaciones deriva del latín “vacans”, participio del verbo “vacare”: estar libre, desocupado, vacante y se refiere generalmente a los días del año en los cuales aquellos que trabajan o estudian toman un descanso total de su actividad; no obstante, a pesar de que el derecho al descanso es reconocido legalmente a nivel mundial, es común en estas fechas encontrarse con personas que deberán trabajar mientras otros descansan, por lo general estas personas laboran en áreas como la prestación de servicios seguridad, turísticos, alimentos, etcétera; siendo necesarios en dichas temporadas por lo que es necesario que se mantengan ocupados.

Sin embargo, muchas veces el tiempo de vacaciones si bien es cierto nos da un descanso de las actividades que comúnmente realizamos, no nos lo da de las preocupaciones, los problemas, las dificultades de la vida; en fin de aquello que agobia nuestras almas al grado tal de sentirnos fatigados espiritualmente. La Biblia nos dice en Mateo 11: 28 “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.”  Y es que sólo en Cristo podemos encontrar descanso para nuestras almas.

Todos en algún momento de nuestras vidas hemos anhelado tener vacaciones permanentes, vacaciones para siempre; a pesar que esto en la práctica es una bien sabida utopía prácticamente irrealizable, en el mundo espiritual es muy posibles, nuestro Dios nos ofrece vacaciones de por vida de todo lo malo, del pecado, de las frustraciones, etc. Esto se debe a que una vez lo aceptamos como Señor y Salvador, Él se encarga de que todo lo que necesitemos se encuentre a nuestro alcance.

Debemos siempre recordar que para aquellos que hemos creído en el Hijo de Dios con todo nuestro corazón, la libertad es algo propio, esto debido a que nuestras dudas y temores ya han sido llevados por Él en la cruz del calvario, por lo tanto, ya no nos debemos más al pasado sino a nueva vida en Él ya no conforme a los deseos del mundo sino conforme a lo Dios quiere de nosotros.

Según las Escrituras, antes de ir al Calvario el Señor se encontraba angustiado a tal punto que deseaba a sus amigos más íntimos a su lado, ellos sin embargo no pudieron velar junto con Él esa noche (seguramente porque la carga que Cristo debía llevar era demasiado grande y especial como para poder ser ayudado por simples mortales), pero una vez que nuestro Señor hubo pasado por el momento en el que tomo la difícil decisión de morir, luego de haber quedado solo en el Getsemaní y de haber orado al Padre abandonándose a su entera voluntad, Cristo volvió a los discípulos, a sus amigos y les dijo “Dormid ya, y descansad. Basta, la hora ha venido; he aquí, el Hijo del Hombre es entregado en manos de los pecadores.” (Marcos 14:41).

Muchos afirman que el momento mas decisivo de la Pasión de nuestro Señor fue precisamente ese, tomar la decisión de ir y enmudecidamente morir como sacrificio por nuestros pecados, pero una vez hubo tomado esa difícil decisión, lo demás era cuestión de tiempo y sus seguidores podían descansar pues faltaba poco ya para su redención.

Así como en aquel momento, ahora Dios nos dice “descansad”, Cristo nos invita a tomar vacaciones en Él, a despojarnos de todo lo mundano y solamente confiar en Él, a dejar a un lado la duda y el temor, el dolor y el sufrimiento pues lo que oprimía nuestros corazones ya fue vencido en la cruz; esta es una época verdaderamente propicia para decir de una vez por todas tomas vacaciones eternas de este mundo y su maldad solamente creyendo en Cristo y recibiéndolo como nuestro Señor; entonces podremos oír claramente su voz invitándonos a descansar en el para siempre.

jueves, 21 de marzo de 2013

Sushi...

Hace un par de días salí a comer fuera de casa, he de admitir que en realidad disfruto mucho el conocer nuevos lugares y nuevas comidas, cada sabor, cada preparación, cada presentación, el ambiente, los comensales con sus platicas que se dejan oír cuando las mesas están situadas demasiado cerca, en fin es toda una experiencia; ese día visite un lugar nuevo dispuesto a probar eso llamado “sushi” y es que a pesar que dicho platillo me ha intrigado y llamado la atención desde siempre, nunca lo había probado hasta ese día.

Al llegar al lugar, el cual posee una muy buena reputación entre los amantes del sushi, fui ayudado por mi acompañante para escoger lo que iba a degustar, hasta ahí todo estaba bien, pocos minutos después llegó la comida, aquello se veía interesante, la forma de los rollitos rellenos llama mucho la atención; sin embargo al probarlos no pude soportar su sabor, para mi fue completamente desagradable, hubiese preferido la comida mas insípida del mundo en lugar de aquel extraño sabor, probé un rollito mas del otro plato que había ordenado y que era de otra especialidad y tampoco me gusto, probé con la mostaza, con la salsa de soya, con las hojitas que acompañan los rollos pero nada logro agradarme, para no hacer larga la historia esa noche termine cenando una Coca-Cola y una hamburguesa de $0.99 ctvs de un lugar de comida rápida con la promesa de mi acompañante de no volverme a llevar a dicho lugar.

Lo anterior me llevó a pensar en como lo que a una persona le parece completamente delicioso (lo digo tanto por el testimonio de la persona que estaba a mi lado esa noche como la de muchos amigos mas que recomiendan dichos platos) a otra le pude llegar a no gustar tanto al punto de convertirse quizás en una molestia, sin duda Dios nos hizo a cada uno de una forma muy diferente y especial.

La palabra de Dios nos dice en Romanos 14:13: “Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano.” Y es que muchas veces (y de esto doy testimonio de haberlo visto y vivido personalmente) lo que a uno de nosotros puede parecer “bueno” y hasta “edificante” para su vida espiritual a otro de nuestros hermanos puede llegar a figurarle una completa blasfemia, algo desprovisto de todo orden y aprobación divina.

No se si ustedes lo han notado pero hoy en día en las iglesias y congregaciones cristianas hay tal diversidad de personas que la conversación al final de las reuniones ya no es lo inspirado del mensaje, sino el peinado del nuevo integrante del grupo musical, la nueva alabanza que parece muy rockera, la corbata demasiado psicodélica del pastor, el vestido demasiado entallado de la servidora, etcétera; si nos detenemos a pensar, esto no es muestra de una verdadera comunión sino más bien de carnalidad, no sólo de aquel que critica sino también de aquel que con su peinado, corbata, vestido o gusto musical propicia la ocasión perfecta para que su hermano murmure contra él.

Cuando comprendemos lo que el apóstol Pablo nos dice en el capitulo 14 del libro de Romanos vemos que esto es un tema que en hoy en día va aún mas allá de la comida e involucra todo tipo de gustos y predilecciones personales, lo trascendental del asusto recae en lo dicho en los versículos 7 y 8: “Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí. Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos.” Si reconocemos que nuestra vida entera (inclusive nuestros propios gustos personales en cuanto a ropa, música, comida, etc.) ya no nos pertenece a nosotros mismos sino a Cristo y por consecuencia a nuestros hermanos en virtud del testimonio, podemos concluir que ya no interesa lo que nos agrada a nosotros sino lo que hace bien a los demás; de nada sirve levantar el animo de un hermano con una palabra de aliento o llenar su vida de nuevas esperanzas a través de la predicación cuando lo restante de nuestras vidas les produce tal malestar que llegan a olvidar la consejería o predicación que les damos.

Muchas veces, así como con la comida no es cuestión de lo bueno o malo del plato sino, del gusto del comensal, nuestras pequeñas disputas en las iglesias no obedecen a lo que es o no bíblico, sino a simples gustos personales, es decir a aquello que a nosotros nos parece es “la forma correcta de hacer las cosas”, pero cuando sacrificamos nuestros propios gustos y nos abstenemos de ciertas cosas, no por lo bueno o malo de estas, sino por amor a nuestros hermanos que no las soportan, entonces estamos cumpliendo con la voluntad de nuestro Señor y le imitamos en su sacrificio redentor; la Biblia dice en Filipenses capitulo 2:“ Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.”

Si en realidad somos hijos de Dios engendrados en Cristo por su amor y hechos salvos por el sacrificio en la cruz, el negarnos a nosotros mismo se vuelve no una opción sino un mandato divino mediante el cual demostramos nuestro amor hacia Él; alejarnos cada vez mas de nuestro propio “yo” nos llevara siempre un paso mas cerca del carácter de Cristo que tanto anhelamos alcanzar.

lunes, 11 de marzo de 2013

Todos tenemos un lado oscuro


Del 100% de personas que hay en la tierra el 100% tiene un lado que nadie más que uno mismo conoce y que generalmente avergüenza, por más que lo neguemos o lo ocultemos, ahí está. A no ser que seas un ángel encarnado o un extraterrestre quizá seas diferente (sarcasmo).

Muchas personas parecen “buenas” y aunque hagan cosas bien intencionadas, que beneficien al prójimo; esa inclinación hacia el mal ahí está vigente en cada uno de nosotros. Es por eso que Jesús dijo una de las palabras más sabias de la historia de la humanidad: “El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra” JN. 8.7.

Mas de alguna vez me he topado con personas “mas santas” que yo, que lo único que hicieron fue hacerme sentir mal y hoy entiendo más claramente que sin Dios son simples humanos necesitados de Dios tanto como lo soy yo.

No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda. No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. ROM. 10-13.

Lo importante de esto, no es saber que tenemos un lado oscuro que quizá solo Dios, nosotros conozcamos y unos cuantos más conozcan (esto es para los disimulados). Para otros es notorio que la maldad se ha sido liberada por ellos completamente. Sino qué hacer con la inutilidad que tenemos dentro, con la desviación constante hacia el mal.

Como dijo Pablo, miserable de nosotros, todos, quién nos librará de estos cuerpos de muerte, que hace lo que no queremos hacer, y no hacemos lo que si deberíamos hacer. Que una parte necesita a Dios pero la otra se inclina solamente al mal. (ROM. 7.7-25).

¿Qué Hacer? Misericordia y perdón!... Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. ROM. 8.1.

Jesús nos dice hoy: Ni yo te condeno; vete, y no peques más. Lo realmente importante de todo esto es que Jesús conociendo tal cual somos, ha extendido su mano de Gracia y perdón para todo aquel que reconozca su condición.

Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. Lávame más y más de mi maldad, Y límpiame de mi pecado. Porque yo reconozco mis rebeliones, Y mi pecado está siempre delante de mí. Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos; Para que seas reconocido justo en tu palabra, Y tenido por puro en tu juicio. SAL. 51.1-4.

Dios te siga bendiciendo.

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