
Las personas cada vez parecen
hacerse más superficiales a medida avanza el tiempo, dándole prioridad a las
cuestiones materiales, ignorando conscientemente que eso no es lo más
importante. También muchísimas personas se enfocan en el “yo”. Los humanos
parecemos ególatras cada vez más.
Desde políticos que no piensan
gobernar con visión en las futuras generaciones, empresarios que no se cansan
en acumular cada vez más riquezas, religiosos que según ellos tienen la razón y
los demás están equivocados, eso es ser ególatra.
La sociedad actual se ha
convertido en materialista y superficial, cuidando más lo externo que lo
interno, y aunque no...